05-04-2017, 10:45
Renfe y el estoque del novillero
16-03-2017
[img=0x0]https://treneando.files.wordpress.com/2017/03/novillero-javier-antequera-escuela-toreo.jpg?w=500&h=719[/img]
La polémica está servida. ¿Puede un novillero subir con su estoque a los trenes de Renfe? Pues depende. La noticia saltaba el pasado martes a los papeles. Al parecer, Renfe impedía viajar en un tren de cercanías a un novillero que portaba un estoque en la Estación de San Bernardo de Sevilla. Un viajero que portaba una estoque cuando accedía a la zona de Cercanías de la citada estación fue advertido por el vigilante quien le indicó que no podía subir al tren con la «espada de torear simulada (metálica) porque puede atentar contra la integridad física de los usuarios» tal y como recoge la normativa, que impide viajar con armas que no estén autorizadas.
El director de la Escuela Taurina Amate, Curro Camacho, explica que uno de sus alumnos, Javier Antequera, de 18 años, le llamó contándole que le habían parado en la estación y que no le dejaban pasar por llevar consigo un estoque y que pensarían que «era un delincuente», según le indicó el joven. El director le instó a que llamase a su tío para que pudiese solucionar el problema y que interpusiera una reclamación a la empresa ferroviaria.
Camacho lamenta lo sucedido con el estoque simulado y advierte: «Son niños. ¿Qué arma? Toda la vida ha sido de madera, pero ahora es de aluminio». El director de la escuela añadedo que «estamos en un punto en el que cada vez que pasa algo con el toro, se lía la marimorena». «No tenemos medios; vienen andando de sus pueblos, otros en el AVE, otros en el cercanías; me da mucha pena porque sé lo difícil que es esto; no tienen ni becerros para usar sus instrumentos», explica Camacho. Sobre las armas de torear, asegura que «si las tienen es porque las compran».
“El hombre me dijo que la ayuda atentaba contra la integridad física de los usuarios del tren”, relata Javier, “pero yo le expliqué que no es un arma, que no tiene filos y que no se diferencia en mucho de una vara de madera”, explica el aprendiz de matador.
La compañía Renfe aclara que el novillero sí pudo viajar en un tren de cercanías, una vez que, advertido por el vigilante de seguridad, guardó la espada en su funda protectora. En un comunicado, la operadora sale al paso sobre las informaciones publicadas. Y precisa contundente que, como el resto de viajeros, Antequera pudo subir al tren. Según la normativa de seguridad de los transporte por ferrocarril, Renfe no puede autorizar a viajar con armas si no están debidamente autorizadas ni objetos que puedan atentar contra la integridad física de los viajeros si no están debidamente protegidos.
El incidente ocurrió el pasado 10 de marzo. Renfe explica que el viajero se encontraba en el andén de la estación de San Bernardo “portando una espada de torear metálica, fuera de su funda y sin protección”. Por ese motivo, el vigilante de seguridad le indicó que la guardase en su funda protectora, “con el fin de evitar cualquier accidente, tanto para él mismo como para los numerosos viajeros que se encontraban en el andén”.
Una vez que el viajero guardó la espada en su funda, “nadie le impidió que continuara su viaje, como lo demuestra el hecho de que presentó una reclamación a su llegada a la estación de Dos Hermanas”, señala la compañía. Renfe quiere dejar claro que las indicaciones realizadas a este viajero “nada tienen que ver con su profesión o aficiones y que, como en cualquier caso similar, hay en marcha una investigación interna para aclarar todos los pormenores del incidente”.
16-03-2017
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La polémica está servida. ¿Puede un novillero subir con su estoque a los trenes de Renfe? Pues depende. La noticia saltaba el pasado martes a los papeles. Al parecer, Renfe impedía viajar en un tren de cercanías a un novillero que portaba un estoque en la Estación de San Bernardo de Sevilla. Un viajero que portaba una estoque cuando accedía a la zona de Cercanías de la citada estación fue advertido por el vigilante quien le indicó que no podía subir al tren con la «espada de torear simulada (metálica) porque puede atentar contra la integridad física de los usuarios» tal y como recoge la normativa, que impide viajar con armas que no estén autorizadas.
El director de la Escuela Taurina Amate, Curro Camacho, explica que uno de sus alumnos, Javier Antequera, de 18 años, le llamó contándole que le habían parado en la estación y que no le dejaban pasar por llevar consigo un estoque y que pensarían que «era un delincuente», según le indicó el joven. El director le instó a que llamase a su tío para que pudiese solucionar el problema y que interpusiera una reclamación a la empresa ferroviaria.
Camacho lamenta lo sucedido con el estoque simulado y advierte: «Son niños. ¿Qué arma? Toda la vida ha sido de madera, pero ahora es de aluminio». El director de la escuela añadedo que «estamos en un punto en el que cada vez que pasa algo con el toro, se lía la marimorena». «No tenemos medios; vienen andando de sus pueblos, otros en el AVE, otros en el cercanías; me da mucha pena porque sé lo difícil que es esto; no tienen ni becerros para usar sus instrumentos», explica Camacho. Sobre las armas de torear, asegura que «si las tienen es porque las compran».
“El hombre me dijo que la ayuda atentaba contra la integridad física de los usuarios del tren”, relata Javier, “pero yo le expliqué que no es un arma, que no tiene filos y que no se diferencia en mucho de una vara de madera”, explica el aprendiz de matador.
La compañía Renfe aclara que el novillero sí pudo viajar en un tren de cercanías, una vez que, advertido por el vigilante de seguridad, guardó la espada en su funda protectora. En un comunicado, la operadora sale al paso sobre las informaciones publicadas. Y precisa contundente que, como el resto de viajeros, Antequera pudo subir al tren. Según la normativa de seguridad de los transporte por ferrocarril, Renfe no puede autorizar a viajar con armas si no están debidamente autorizadas ni objetos que puedan atentar contra la integridad física de los viajeros si no están debidamente protegidos.
El incidente ocurrió el pasado 10 de marzo. Renfe explica que el viajero se encontraba en el andén de la estación de San Bernardo “portando una espada de torear metálica, fuera de su funda y sin protección”. Por ese motivo, el vigilante de seguridad le indicó que la guardase en su funda protectora, “con el fin de evitar cualquier accidente, tanto para él mismo como para los numerosos viajeros que se encontraban en el andén”.
Una vez que el viajero guardó la espada en su funda, “nadie le impidió que continuara su viaje, como lo demuestra el hecho de que presentó una reclamación a su llegada a la estación de Dos Hermanas”, señala la compañía. Renfe quiere dejar claro que las indicaciones realizadas a este viajero “nada tienen que ver con su profesión o aficiones y que, como en cualquier caso similar, hay en marcha una investigación interna para aclarar todos los pormenores del incidente”.