06-08-2015, 16:15
La Guardia Civil detiene a una banda de grafiteros en Burgos por daños de 100.000 euros en trenes
Publicado el agosto 5, 2015|
La lucha contra los grafiteros continúa. Dos personas han sido detenidas en Burgos por la Guardia Civil y la se imputa a otras dos que formaban parte de una banda de grafiteros que actuaba en Asturias, Cantabria y Castilla y León a la que se atribuyen varios delitos de daños valorados en más de cien mil euros por realizar numerosas pintadas en bienes muebles e inmuebles. Según el Instituto Armado, la denominada ‘operación Garabato’ se inició el pasado mes de mayo cuando tres jóvenes con el rostro tapado fueron sorprendidos en la estación de ferrocarril de Collanzo de Aller mientras realizaban pintadas sobre el tren que escasos minutos antes había hecho una parada. Al ser recriminada esta acción por el maquinista del tren, éste fue agredido por los jóvenes y sufrió la rotura de los huesos propios de la nariz así como un esguince cervical.
Los grafitis plasmados en el tren fueron cotejados con multitud de imágenes obtenidas sobre hechos similares perpetrados en distintos puntos de España y se pudo constatar la existencia de numerosos hechos cuyas características eran claramente coincidentes al repetirse patrones comunes en todas las pintadas.
De forma simultánea a las investigaciones se habilitó un operativo de servicio en torno a posibles objetivos de las pintadas lo que permitió detener e identificación de un grupo de jóvenes residentes en Burgos y en otras localidades cercanas los cuales se dedicaban a realizar esta clase de pintadas. La Guardia Civil constató que este grupo de jóvenes se trasladaban a localidades como Collanzo y Pola de Laviana (Asturias), Cistierna (León), Marrón y Renedo (Cantabria) y Burgos, donde llevaban a cabo sus grafitis en establecimientos públicos, paredes y, sobre todo, en los trenes de Feve y Renfe.
Los daños ocasionados por estas pinturas -el óxido de las tintas daña la chapa de los vehículos- han sido valorados en más de 100.000 euros y, en varias ocasiones, obligaron a paralizar los trenes al afectar a las lunas de las máquinas lo que impedía la correcta visibilidad de los conductores.
(Imagen Asturias24-GC)
Publicado el agosto 5, 2015|
La lucha contra los grafiteros continúa. Dos personas han sido detenidas en Burgos por la Guardia Civil y la se imputa a otras dos que formaban parte de una banda de grafiteros que actuaba en Asturias, Cantabria y Castilla y León a la que se atribuyen varios delitos de daños valorados en más de cien mil euros por realizar numerosas pintadas en bienes muebles e inmuebles. Según el Instituto Armado, la denominada ‘operación Garabato’ se inició el pasado mes de mayo cuando tres jóvenes con el rostro tapado fueron sorprendidos en la estación de ferrocarril de Collanzo de Aller mientras realizaban pintadas sobre el tren que escasos minutos antes había hecho una parada. Al ser recriminada esta acción por el maquinista del tren, éste fue agredido por los jóvenes y sufrió la rotura de los huesos propios de la nariz así como un esguince cervical.
Los grafitis plasmados en el tren fueron cotejados con multitud de imágenes obtenidas sobre hechos similares perpetrados en distintos puntos de España y se pudo constatar la existencia de numerosos hechos cuyas características eran claramente coincidentes al repetirse patrones comunes en todas las pintadas.
De forma simultánea a las investigaciones se habilitó un operativo de servicio en torno a posibles objetivos de las pintadas lo que permitió detener e identificación de un grupo de jóvenes residentes en Burgos y en otras localidades cercanas los cuales se dedicaban a realizar esta clase de pintadas. La Guardia Civil constató que este grupo de jóvenes se trasladaban a localidades como Collanzo y Pola de Laviana (Asturias), Cistierna (León), Marrón y Renedo (Cantabria) y Burgos, donde llevaban a cabo sus grafitis en establecimientos públicos, paredes y, sobre todo, en los trenes de Feve y Renfe.
Los daños ocasionados por estas pinturas -el óxido de las tintas daña la chapa de los vehículos- han sido valorados en más de 100.000 euros y, en varias ocasiones, obligaron a paralizar los trenes al afectar a las lunas de las máquinas lo que impedía la correcta visibilidad de los conductores.
(Imagen Asturias24-GC)