Yo, sinceramente, lo veo complejo. Y me explico. El asunto requiere un diseño en 3D, imprimirlo, pulir el modelo impreso, montarle cinemáticas, ruedas o bogies, pintarlo, ponerle calcas, barnizarlo y ponerle una caja. Y luego empaquetarlo y enviarlo.
Vamos a los costes. Al diseñador habrá que compensarle por su tiempo y esfuerzo. La impresión hay que pagarla y, si se quiere buena calidad, no es barata. Y si es algún compañero el que lo hace con su propia impresora, habrá que compensarle los gastos de material fungible, tiempo y uso de la impresora. Quien lo pinte no lo va a hacer por amor al arte; costes de pinturas, barnices, disolventes y demás. Las calcas hay que pagarlas o diseñarlas e imprimirlas, y dependiendo de los colores pueden salir mejor, peor o no salir como puede ser el caso de los dorados, plateados o blancos si pretende hacerlo uno mismo, aunque la impresora sea estupenda y saque textos minúsculos. Las cinemáticas y bogies o ruedas también hay que comprarlos. La caja igual. Lo mismo que el embalaje y el envío. Si empezamos a sumar, el total se va y mucho. Honestamente creo que eso es algo que uno se puede hacer para sí mismo. O todo lo más, para un amigo al que le haces el favor y no se lo cobras.
¿Por qué? Pues porque si yo me hago algo y me queda mejor o peor lo más que voy a sufrir es mi autocrítica. Y el amigo, si lo es de verdad, mirará los defectos con buenos ojos y dará las gracias por algo que, mejor o peor, le has hecho y el no es capaz de hacer, y sin embargo valora. Pero al precio que puede salir cada unidad, porque supongo que nadie pretenderá que alguien o varios alguien, diseñe, monte y pinte gratis, los problemas están servidos. Habrá quien piense que es muy caro, o que la calidad no está a la altura del precio, o que el color no es exactamente el que debe ser, o que se ha torcido una calca... u otras muchas cosas. Críticas que, para más INRI, pueden venir de alguien cuya contribución al proceso es simplemente pagar por un producto acabado y que no tiene la menor idea del trabajo real que lleva lo que tiene entre las manos, ni los medios con los que cuentan los artífices del modelo; que no son, ni de lejos los de una marca comercial y pueden pretender acabados comerciales.
Por eso creo que aunque la intención sea buena, la idea está condenada al fracaso. Porque en cuanto pagamos por algo pensamos que podemos exigir lo que nos ofrecería una firma comercial y no es así. El trabajo artesano en esta afición nuestra está infravalorado. Si yo tengo que dedicar, pongamos seis horas de trabajo efectivo, a la construcción de un coche o vagón y a eso le sumo todos los materiales empleados, ¿a qué precio tengo que cobrarlo? A un precio que a más de uno le parecería escandaloso. ¿Por qué? Pues porque no tiene ni idea del trabajo que lleva. Y expuesto a que te pongan a caer de un burro porque los resultados no cumplen las expectativas. Pero dile a ese mismo alguien que valore esas mismas horas si fueran suyas.
En cuanto al tema garantías y devoluciones... en fin. Prefiero no entrar.
No obstante, es sólo mi opinión.
Un cordial saludo.
Vamos a los costes. Al diseñador habrá que compensarle por su tiempo y esfuerzo. La impresión hay que pagarla y, si se quiere buena calidad, no es barata. Y si es algún compañero el que lo hace con su propia impresora, habrá que compensarle los gastos de material fungible, tiempo y uso de la impresora. Quien lo pinte no lo va a hacer por amor al arte; costes de pinturas, barnices, disolventes y demás. Las calcas hay que pagarlas o diseñarlas e imprimirlas, y dependiendo de los colores pueden salir mejor, peor o no salir como puede ser el caso de los dorados, plateados o blancos si pretende hacerlo uno mismo, aunque la impresora sea estupenda y saque textos minúsculos. Las cinemáticas y bogies o ruedas también hay que comprarlos. La caja igual. Lo mismo que el embalaje y el envío. Si empezamos a sumar, el total se va y mucho. Honestamente creo que eso es algo que uno se puede hacer para sí mismo. O todo lo más, para un amigo al que le haces el favor y no se lo cobras.
¿Por qué? Pues porque si yo me hago algo y me queda mejor o peor lo más que voy a sufrir es mi autocrítica. Y el amigo, si lo es de verdad, mirará los defectos con buenos ojos y dará las gracias por algo que, mejor o peor, le has hecho y el no es capaz de hacer, y sin embargo valora. Pero al precio que puede salir cada unidad, porque supongo que nadie pretenderá que alguien o varios alguien, diseñe, monte y pinte gratis, los problemas están servidos. Habrá quien piense que es muy caro, o que la calidad no está a la altura del precio, o que el color no es exactamente el que debe ser, o que se ha torcido una calca... u otras muchas cosas. Críticas que, para más INRI, pueden venir de alguien cuya contribución al proceso es simplemente pagar por un producto acabado y que no tiene la menor idea del trabajo real que lleva lo que tiene entre las manos, ni los medios con los que cuentan los artífices del modelo; que no son, ni de lejos los de una marca comercial y pueden pretender acabados comerciales.
Por eso creo que aunque la intención sea buena, la idea está condenada al fracaso. Porque en cuanto pagamos por algo pensamos que podemos exigir lo que nos ofrecería una firma comercial y no es así. El trabajo artesano en esta afición nuestra está infravalorado. Si yo tengo que dedicar, pongamos seis horas de trabajo efectivo, a la construcción de un coche o vagón y a eso le sumo todos los materiales empleados, ¿a qué precio tengo que cobrarlo? A un precio que a más de uno le parecería escandaloso. ¿Por qué? Pues porque no tiene ni idea del trabajo que lleva. Y expuesto a que te pongan a caer de un burro porque los resultados no cumplen las expectativas. Pero dile a ese mismo alguien que valore esas mismas horas si fueran suyas.
En cuanto al tema garantías y devoluciones... en fin. Prefiero no entrar.
No obstante, es sólo mi opinión.
Un cordial saludo.
Víctor