18-12-2016, 19:31
Parón en las nuevas líneas de Alta Velocidad
07-12-2.016
Poca obra pública, pero no en el ferrocarril. La licitación de nuevas obras de construcción de líneas ferroviarias de Alta Velocidad (AVE) cerrará el ejercicio 2016 en unos 263 millones de euros, el volumen más bajo desde al menos 2005, año en que se constituyó Adif, sociedad pública encargada de promover y gestionar la red AVE. La conclusión de algunas líneas en construcción, la paralización de otras al surgir distintos problemas, el periodo de casi un año de interinidad del Gobierno y las exigencias que impone el objetivo de déficit figuran entre las causas de este parón en la Alta Velocidad.
Al cierre de los diez primeros meses del año, la licitación de nuevos trabajos de líneas de Alta Velocidad se situaba en 222,63 millones de euros, lo que arroja un desplome un 75,8%, esto es, un recorte de 770 millones, respecto a la misma fecha de 2015, según datos de Seopan, la patronal de grandes constructoras y concesionarias de autopistas. En el caso más que probable de que en los tres últimos meses del ejercicio se esté manteniendo la misma tendencia, en el conjunto de 2016 la licitación de obras ferroviarias será de unos 263 millones.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, indica que no promoverá nuevos proyectos hasta que no cuente con los Presupuestos del Estado de 2017 y, por tanto, conozca su margen de actuación. Todo apunta a que 2016 cerrará con un volumen mínimo histórico de inversión en el ferrocarril, lejos del máximo de 5.253 millones de euros contabilizado en 2009, pero también del anterior mínimo registrado en la última década (entre 2005 y 2015), el de 1.223 millones del pasado año. Esto supondrá asimismo que la licitación de trabajos de Alta Velocidad sólo represente el 3% del total la obra pública estatal, lo que también constituye un mínimo histórico, además de representar una séptima parte del 21,6% que copó en 2014. La Alta Velocidad ha tenido un mayor peso en la obra pública estatal incluso durante los años de crisis, dado que entre 2007 y 2013 su porcentaje en la licitación pública total osciló entre el 6,1% de 2010 y el 22,2% del año 2011.
De la Serna destaca la necesidad de alcanzar un acuerdo nacional en el desarrollo de las infraestructuras como forma de abordar los retos que el país tiene de cara al futuro, en el que su departamento ya está trabajado. El titular de la cartera no tiene dudas de que uno de los grandes retos de las infraestructuras pasa por mejorar el ferrocarril, en especial de cara a 2020 cuando se produzca la liberación del transporte comercial de viajeros. El ministro enfatiza sobre la apertura de “grandes oportunidades” para la entrada en Europa de mercancías a través de Portugal, de ahí la importancia de mejorar las comunicaciones con Francia a través de los corredores Atlántico y Mediterráneo.
De momento, el parón perjudica sobre todo a Euskadi, que ya intenta que el Gobierno central le traspase la construcción del TAV. La Administración vasca traslada al ministro una fórmula que considera «la más apropiada» para acelerar las obras del Tren de Alta Velocidad. En síntesis, que el Ejecutivo vasco asuma la gestión de las piezas de ese puzzle que están aún pendientes y que se concretan en el denominado ‘nudo’ de Bergara y en el acceso a las tres capitales. Un opción que pasa por ampliar el convenio que está vigente en la actualidad, pero restringido a los tramos que discurren en territorio guipuzcoano.
El ‘nudo’ de Bergara –el punto de conexión de los tres ramales de la ‘Y’ vasca– está pendiente de una nueva adjudicación, al tiempo que el acceso a las capitales ni siquiera tiene aún un diseño definitivo. El Gobierno central ha financiado la construcción del trazado guipuzcoano mediante descuentos en el Cupo y la propuesta trasladada ayer por Pedro Azpiazu es que ese mismo sistema económico sea el que rija para los trabajos pendientes de adjudicación. El objetivo, según defendió ayer el consejero, es «agilizar las obras». En la negociacion, también entrarían los accesos a las tres capitales vascas, incluido el soterramiento en Vitoria y Bilbao.
Hasta ahora Fomento, apremiado por su propio calendario, se ha cerrado en banda diciendo que no se va a embarcar en obras «faraónicas». El tira y afloja es seguido muy de cerca desde Almería, Granada, Murcia y Galicia, que han aceptado accesos modestos para que el AVE llegue cuanto antes.
07-12-2.016
Poca obra pública, pero no en el ferrocarril. La licitación de nuevas obras de construcción de líneas ferroviarias de Alta Velocidad (AVE) cerrará el ejercicio 2016 en unos 263 millones de euros, el volumen más bajo desde al menos 2005, año en que se constituyó Adif, sociedad pública encargada de promover y gestionar la red AVE. La conclusión de algunas líneas en construcción, la paralización de otras al surgir distintos problemas, el periodo de casi un año de interinidad del Gobierno y las exigencias que impone el objetivo de déficit figuran entre las causas de este parón en la Alta Velocidad.
Al cierre de los diez primeros meses del año, la licitación de nuevos trabajos de líneas de Alta Velocidad se situaba en 222,63 millones de euros, lo que arroja un desplome un 75,8%, esto es, un recorte de 770 millones, respecto a la misma fecha de 2015, según datos de Seopan, la patronal de grandes constructoras y concesionarias de autopistas. En el caso más que probable de que en los tres últimos meses del ejercicio se esté manteniendo la misma tendencia, en el conjunto de 2016 la licitación de obras ferroviarias será de unos 263 millones.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, indica que no promoverá nuevos proyectos hasta que no cuente con los Presupuestos del Estado de 2017 y, por tanto, conozca su margen de actuación. Todo apunta a que 2016 cerrará con un volumen mínimo histórico de inversión en el ferrocarril, lejos del máximo de 5.253 millones de euros contabilizado en 2009, pero también del anterior mínimo registrado en la última década (entre 2005 y 2015), el de 1.223 millones del pasado año. Esto supondrá asimismo que la licitación de trabajos de Alta Velocidad sólo represente el 3% del total la obra pública estatal, lo que también constituye un mínimo histórico, además de representar una séptima parte del 21,6% que copó en 2014. La Alta Velocidad ha tenido un mayor peso en la obra pública estatal incluso durante los años de crisis, dado que entre 2007 y 2013 su porcentaje en la licitación pública total osciló entre el 6,1% de 2010 y el 22,2% del año 2011.
De la Serna destaca la necesidad de alcanzar un acuerdo nacional en el desarrollo de las infraestructuras como forma de abordar los retos que el país tiene de cara al futuro, en el que su departamento ya está trabajado. El titular de la cartera no tiene dudas de que uno de los grandes retos de las infraestructuras pasa por mejorar el ferrocarril, en especial de cara a 2020 cuando se produzca la liberación del transporte comercial de viajeros. El ministro enfatiza sobre la apertura de “grandes oportunidades” para la entrada en Europa de mercancías a través de Portugal, de ahí la importancia de mejorar las comunicaciones con Francia a través de los corredores Atlántico y Mediterráneo.
De momento, el parón perjudica sobre todo a Euskadi, que ya intenta que el Gobierno central le traspase la construcción del TAV. La Administración vasca traslada al ministro una fórmula que considera «la más apropiada» para acelerar las obras del Tren de Alta Velocidad. En síntesis, que el Ejecutivo vasco asuma la gestión de las piezas de ese puzzle que están aún pendientes y que se concretan en el denominado ‘nudo’ de Bergara y en el acceso a las tres capitales. Un opción que pasa por ampliar el convenio que está vigente en la actualidad, pero restringido a los tramos que discurren en territorio guipuzcoano.
El ‘nudo’ de Bergara –el punto de conexión de los tres ramales de la ‘Y’ vasca– está pendiente de una nueva adjudicación, al tiempo que el acceso a las capitales ni siquiera tiene aún un diseño definitivo. El Gobierno central ha financiado la construcción del trazado guipuzcoano mediante descuentos en el Cupo y la propuesta trasladada ayer por Pedro Azpiazu es que ese mismo sistema económico sea el que rija para los trabajos pendientes de adjudicación. El objetivo, según defendió ayer el consejero, es «agilizar las obras». En la negociacion, también entrarían los accesos a las tres capitales vascas, incluido el soterramiento en Vitoria y Bilbao.
Hasta ahora Fomento, apremiado por su propio calendario, se ha cerrado en banda diciendo que no se va a embarcar en obras «faraónicas». El tira y afloja es seguido muy de cerca desde Almería, Granada, Murcia y Galicia, que han aceptado accesos modestos para que el AVE llegue cuanto antes.