17-11-2016, 21:52
El desconocido funicular de Puio
16-11-2016
El funicular de Igeldo (1912) pasa por ser el más antiguo de Euskadi. Tras él llegarían Artxanda (1915) y La Reineta (1926). En España, los barceloneses del Tibidabo (1901) y Vallvidrera (1906) llevaban ya unos años funcionando cuando el País Vasco decidió importar este tipo de artilugios que permitían alcanzar los montes de Donostia, Bilbao y Trapagaran. Sin embargo, son pocos quienes conocen la existencia de otro transporte contemporáneo con el de Igeldo: el del monte Puio (Puyo). Y eso que en 1907 Torres Quevedo construyó el primer tranvía aéreo o transbordador apto para el transporte público de personas. Instalado en el monte Ulía en San Sebastián, funcionó durante cerca de 20 años
El funicular de Puio se construyó por iniciativa de Pedro Wenceslao Ordoqui para el servicio de la mansión levantada en lo alto del monte Puio a finales del siglo XIX. Tras las guerras carlistas, Ordoqui compró todo el cerro y rehabilitó y amplió el edificio construido en la cima años atrás. Así, en 1912 -año en el que se inauguró el funicular de Igeldo- encargó a los ingenieros donostiarras Barandiarán y Allende la construcción del transporte particular que daría acceso a su finca. Los técnicos donostiarras emplearon material de la casa britanica Stingler.
Al parecer, la salud de la señora de Ordoqui, María Elba, era un tanto delicada como consecuencia de una enfermedad respiratoria. Padecía de asma. Por la enfermedad de su esposa y para que no viviera aislada en lo alto de la colina, decidió instalar un funicular; casi una especie de ascensor inclinado que subiera y bajara hasta la casa, atravesando su gran jardín. La licencia municipal se concedió el 2 de abril de 1913. Un año después el funicular ya estaba en pleno funcionamiento. Disponía de un único coche enganchado a un contrapeso compacto en el extremo opuesto del cable. Este contrapeso discurría hacia arriba y hacia abajo encajonado entre los carriles que guiaban el vehículo. Todo el conjunto era accionado por la maquinaria instalada en la estación superior.
El funicular de Puyo superaba un desnivel de unos 100 metros. La base estaba situada en una finca del paseo de Errondo. Comunicaba el nivel del paseo con el alto del monte donde se situaba el chalé -hoy sede del convento de monjas de Puyo- del propietario del terreno.
Este vehículo prestó servicio tan solo hasta mediados de los años 20. Tras la Guera Civil, los propietarios abandonaron la finca y se trasladaron a Argentina; fue desmantelado en 1943. La mansión fue destruida por un incendio y la estación inferior del funicular se demolió tras unas lluvias torrenciales en 1997 que la dejaron gravemente dañada. En el último cuarto del siglo XX el palacio fue vendido a una inmobiliaria; lo ocupó otra familia y volvió a quedarse deshabitado; en 1989 quedó destruido a consecuencia de un incendio.
La Asociación de Amigos del Ferrocarril de Gipuzkoa rinde hoy homenaje al desaparecido funicular de Puio. Organiza una charla-coloquio con Enrique Ponte Ordoqui, arquitecto donostiarra y biznieto de quien ordenara su instalación. El encuentro tendrá lugar a las 19.00 horas en la sede de la asociación, en la calle Amezketa 14, y la entrada será libre.
Enrique Ponte Ordoqui explicará la historia de este desconocido funicular. Ponte Ordoqui fue hasta su jubilación arquitecto municipal de Errenteria. Durante su trayectoria profesional ocupó diversos cargos en instituciones públicas, como el de director de Urbanismo y director de Infraestructura del Transporte en el Gobierno vasco. En 1993 recibió el Premio de Urbanismo de la mano del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro.
(La única fotografía disponible del funicular del monte Puio procede del ‘Álbum gráfico-descriptivo del País Vascongado; 1914-1945. Tomo Guipúzcoa’, editado por Rafael Picavea y Leguíata).
16-11-2016
El funicular de Igeldo (1912) pasa por ser el más antiguo de Euskadi. Tras él llegarían Artxanda (1915) y La Reineta (1926). En España, los barceloneses del Tibidabo (1901) y Vallvidrera (1906) llevaban ya unos años funcionando cuando el País Vasco decidió importar este tipo de artilugios que permitían alcanzar los montes de Donostia, Bilbao y Trapagaran. Sin embargo, son pocos quienes conocen la existencia de otro transporte contemporáneo con el de Igeldo: el del monte Puio (Puyo). Y eso que en 1907 Torres Quevedo construyó el primer tranvía aéreo o transbordador apto para el transporte público de personas. Instalado en el monte Ulía en San Sebastián, funcionó durante cerca de 20 años
El funicular de Puio se construyó por iniciativa de Pedro Wenceslao Ordoqui para el servicio de la mansión levantada en lo alto del monte Puio a finales del siglo XIX. Tras las guerras carlistas, Ordoqui compró todo el cerro y rehabilitó y amplió el edificio construido en la cima años atrás. Así, en 1912 -año en el que se inauguró el funicular de Igeldo- encargó a los ingenieros donostiarras Barandiarán y Allende la construcción del transporte particular que daría acceso a su finca. Los técnicos donostiarras emplearon material de la casa britanica Stingler.
Al parecer, la salud de la señora de Ordoqui, María Elba, era un tanto delicada como consecuencia de una enfermedad respiratoria. Padecía de asma. Por la enfermedad de su esposa y para que no viviera aislada en lo alto de la colina, decidió instalar un funicular; casi una especie de ascensor inclinado que subiera y bajara hasta la casa, atravesando su gran jardín. La licencia municipal se concedió el 2 de abril de 1913. Un año después el funicular ya estaba en pleno funcionamiento. Disponía de un único coche enganchado a un contrapeso compacto en el extremo opuesto del cable. Este contrapeso discurría hacia arriba y hacia abajo encajonado entre los carriles que guiaban el vehículo. Todo el conjunto era accionado por la maquinaria instalada en la estación superior.
El funicular de Puyo superaba un desnivel de unos 100 metros. La base estaba situada en una finca del paseo de Errondo. Comunicaba el nivel del paseo con el alto del monte donde se situaba el chalé -hoy sede del convento de monjas de Puyo- del propietario del terreno.
Este vehículo prestó servicio tan solo hasta mediados de los años 20. Tras la Guera Civil, los propietarios abandonaron la finca y se trasladaron a Argentina; fue desmantelado en 1943. La mansión fue destruida por un incendio y la estación inferior del funicular se demolió tras unas lluvias torrenciales en 1997 que la dejaron gravemente dañada. En el último cuarto del siglo XX el palacio fue vendido a una inmobiliaria; lo ocupó otra familia y volvió a quedarse deshabitado; en 1989 quedó destruido a consecuencia de un incendio.
La Asociación de Amigos del Ferrocarril de Gipuzkoa rinde hoy homenaje al desaparecido funicular de Puio. Organiza una charla-coloquio con Enrique Ponte Ordoqui, arquitecto donostiarra y biznieto de quien ordenara su instalación. El encuentro tendrá lugar a las 19.00 horas en la sede de la asociación, en la calle Amezketa 14, y la entrada será libre.
Enrique Ponte Ordoqui explicará la historia de este desconocido funicular. Ponte Ordoqui fue hasta su jubilación arquitecto municipal de Errenteria. Durante su trayectoria profesional ocupó diversos cargos en instituciones públicas, como el de director de Urbanismo y director de Infraestructura del Transporte en el Gobierno vasco. En 1993 recibió el Premio de Urbanismo de la mano del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro.
(La única fotografía disponible del funicular del monte Puio procede del ‘Álbum gráfico-descriptivo del País Vascongado; 1914-1945. Tomo Guipúzcoa’, editado por Rafael Picavea y Leguíata).