La CNMC multa con 5,6 millones a 4 empresas que durante 15 años se repartieron contratos de Adif
Julio 7, 2016
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha multado con 5,64 millones de euros a cuatro empresas por formar un cartel que durante quince años se repartía los contratos de Adif de suministros ferroviarios para la construcción líneas de Alta Velocidad (AVE). La sanción incluye multas a nueve directivos de las compañías, que suman 65.550 euros, en lo que constituye la segunda ocasión en la que el ‘superregulador’ multa a los gestores de las firmas implicadas en un cartel. Las empresas sancionadas son Amurrio Ferrocarril, Jez Sistemas Ferroviarios, Talleres Alegría y Duro Felguera.
La multa tiene su origen en un escrito que presentó en 2014 este organismo público constructor y gestor de la infraestructura ferroviaria en el que pedía un informe para conocer si los procedimientos utilizados hasta entonces para la contratación de este tipo de suministros incluían algún tipo de práctica contraria a la competencia.
El ‘superregulador’ ha sancionado a Talleres Alegría con una multa de 1,796 millones de euros; a Duro Felguera con 1,476 millones; a Amurrio Ferrocarril y Equipos con 1,235 millones; y a Jez Sistemas Ferroviarios, con 1,075 millones. Las multas impuestas a nueve directivos de estas empresas oscilan entre los 4.750 y los 11.400 euros.
La comisión considera probado que durante quince años (entre julio de 1999 y octubre de 2014) se intercambiaron información comercial sensible para el suministro de desvíos ferroviarios y otros elementos complementarios en las licitaciones de concursos públicos convocadas por Adif. La CNMC considera que también pactaban precios y otras condiciones comerciales, “prácticas que respondían a una estrategia global que tenía por objeto eliminar la competencia”.
El regulador indica que este tipo de conductas dañan el interés público, dado que los precios ofertados por las empresas en los expedientes de licitación “han sido más altos que los que hubieran presentado en el caso de haber competido entre sí”.
El organismo que preside José María Marín Quemada considera que el cartel afectó a contratos de desvíos promovidos con ocasión de la construcción del AVE a Barcelona, del AVE a Levante o del que conecta con Valladolid. En concreto, durante el periodo analizado por la CNMC se licitaron 52 contratos, el 74% de los cuales se adjudicaron al consorcio formado por estas empresas.
Como muestra de la magnitud económica del cartel, los quince contratos de este tipo de suministros licitados por Adif entre 2005 y 2009 sumaron 228 millones, y los 17 promovidos entre 2010 y 2014, unos 246 millones.
La estrategia de las empresas sancionadas para lograr el grueso de los contratos pasaba por concurrir, “sin justificación y de forma permanente”, unidas en consorcio o uniones temporales de empresas (UTEs), presentando ofertas conjuntas. Según la CNMC, en un principio, la UTE estuvo formada por las empresas Amurrio, Jez y Alegría y durante dicho periodo Duro Felguera participó en algunas licitaciones de manera individual y en competencia frente a la UTE.
Este hecho causó preocupación del resto de las empresas concertadas hasta que, finalmente, decidieron captar e integrar a Duro Felguera también en el acuerdo de reparto, “lo que les permitió eliminar un competidor directo en el mercado y toda competencia en las licitaciones”, detalla el ‘superregulador’.
La CNMC indica que las empresas sancionadas son empresas con un elevado volumen de negocio y capacidad acreditada para operar, habitualmente, de manera individual en el mercado. “Sin embargo, en los pocos casos en los que las empresas se presentaron de forma individual, también llegaron a acuerdos sobre las características de la oferta y sobre cómo repartirse los trabajos, en ocasiones, incluso antes de la celebración de la licitación”, añade el regulador.
Las empresas no competían a la hora de licitar, definían los precios, y luego ajustaban el suministro según los acuerdos a los que llegaban en diversas reuniones y encuentros. La CNMC constata que los contactos entre las empresas fueron constantes a lo largo de los quince años que duró la infracción, ya fuera en reuniones presenciales o mediante el intercambio de correos electrónicos.
Julio 7, 2016
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha multado con 5,64 millones de euros a cuatro empresas por formar un cartel que durante quince años se repartía los contratos de Adif de suministros ferroviarios para la construcción líneas de Alta Velocidad (AVE). La sanción incluye multas a nueve directivos de las compañías, que suman 65.550 euros, en lo que constituye la segunda ocasión en la que el ‘superregulador’ multa a los gestores de las firmas implicadas en un cartel. Las empresas sancionadas son Amurrio Ferrocarril, Jez Sistemas Ferroviarios, Talleres Alegría y Duro Felguera.
La multa tiene su origen en un escrito que presentó en 2014 este organismo público constructor y gestor de la infraestructura ferroviaria en el que pedía un informe para conocer si los procedimientos utilizados hasta entonces para la contratación de este tipo de suministros incluían algún tipo de práctica contraria a la competencia.
El ‘superregulador’ ha sancionado a Talleres Alegría con una multa de 1,796 millones de euros; a Duro Felguera con 1,476 millones; a Amurrio Ferrocarril y Equipos con 1,235 millones; y a Jez Sistemas Ferroviarios, con 1,075 millones. Las multas impuestas a nueve directivos de estas empresas oscilan entre los 4.750 y los 11.400 euros.
La comisión considera probado que durante quince años (entre julio de 1999 y octubre de 2014) se intercambiaron información comercial sensible para el suministro de desvíos ferroviarios y otros elementos complementarios en las licitaciones de concursos públicos convocadas por Adif. La CNMC considera que también pactaban precios y otras condiciones comerciales, “prácticas que respondían a una estrategia global que tenía por objeto eliminar la competencia”.
El regulador indica que este tipo de conductas dañan el interés público, dado que los precios ofertados por las empresas en los expedientes de licitación “han sido más altos que los que hubieran presentado en el caso de haber competido entre sí”.
El organismo que preside José María Marín Quemada considera que el cartel afectó a contratos de desvíos promovidos con ocasión de la construcción del AVE a Barcelona, del AVE a Levante o del que conecta con Valladolid. En concreto, durante el periodo analizado por la CNMC se licitaron 52 contratos, el 74% de los cuales se adjudicaron al consorcio formado por estas empresas.
Como muestra de la magnitud económica del cartel, los quince contratos de este tipo de suministros licitados por Adif entre 2005 y 2009 sumaron 228 millones, y los 17 promovidos entre 2010 y 2014, unos 246 millones.
La estrategia de las empresas sancionadas para lograr el grueso de los contratos pasaba por concurrir, “sin justificación y de forma permanente”, unidas en consorcio o uniones temporales de empresas (UTEs), presentando ofertas conjuntas. Según la CNMC, en un principio, la UTE estuvo formada por las empresas Amurrio, Jez y Alegría y durante dicho periodo Duro Felguera participó en algunas licitaciones de manera individual y en competencia frente a la UTE.
Este hecho causó preocupación del resto de las empresas concertadas hasta que, finalmente, decidieron captar e integrar a Duro Felguera también en el acuerdo de reparto, “lo que les permitió eliminar un competidor directo en el mercado y toda competencia en las licitaciones”, detalla el ‘superregulador’.
La CNMC indica que las empresas sancionadas son empresas con un elevado volumen de negocio y capacidad acreditada para operar, habitualmente, de manera individual en el mercado. “Sin embargo, en los pocos casos en los que las empresas se presentaron de forma individual, también llegaron a acuerdos sobre las características de la oferta y sobre cómo repartirse los trabajos, en ocasiones, incluso antes de la celebración de la licitación”, añade el regulador.
Las empresas no competían a la hora de licitar, definían los precios, y luego ajustaban el suministro según los acuerdos a los que llegaban en diversas reuniones y encuentros. La CNMC constata que los contactos entre las empresas fueron constantes a lo largo de los quince años que duró la infracción, ya fuera en reuniones presenciales o mediante el intercambio de correos electrónicos.