Bombardier, que acude al ‘megapedido’ de Renfe, cree que el precio final encarecerá los trenes
Junio 14 2.016
Bombardier regresará a la puja por el contrato de suministro de los nuevos trenes de Alta Velocidad y su posterior mantenimiento y presentará oferta en el nuevo concurso abierto por Renfe. La firma canadiense considera que el plan de Renfe para pagar el contrato de compra de treinta nuevos trenes, estimado en 2.642 millones de euros y actualmente en liza, encarecerá el precio final de estos nuevos vehículos y “hará que el contribuyente page un tren más caro”. “Las condiciones de financiación que plantea el contrato supone a los fabricantes realizar unas provisiones tan exigentes que obligan a encarecer las ofertas“, indica el presidente de la multinacional canadiense en España, Alvaro Rengifo.
“No tiene sentido que el contribuyente pague un tren más caro por las condiciones de financiación del contrato”, señala Rengifo. La forma en que Renfe pagará los trenes constituye uno de los puntos que Bombardier incluyó en la impugnación que presentó ante el Tribunal de Recursos Contractuales (TARC) contra el concurso que la operadora promovió para adjudicar el pedido.
Para Bombardier, una de las cinco empresas que pujan por el ‘macropedido’, la forma y los plazos de pago planteados por la operadora ferroviaria pública obligarán al fabricante que logre el contrato a pedir financiación para acometerlo. Las empresas repercutirán el coste de esta financiación en el precio que propongan en sus ofertas a Renfe para lograr la fabricación de los trenes. De esta forma, el tren resultará más caro que en caso de que fuera la empresa pública quien financiara la fabricación, dado que lo hace a un menor coste.
La multinacional canadiense sigue analizando si recurre la resolución de este organismo ante la Audiencia Nacional para que aborde otros asuntos del contrato, a pesar de que el TARC ya obligó a Renfe a volver a abrir la puja para eliminar la puntuación por fabricar en España.
La firma concurre, por fin, por el ‘macropedido’ con su tren de “muy alta velocidad” ‘Zefiro’, del que ya ha vendido 130 unidades en China e Italia, y que ya está en operación comercial con viajeros. En caso de lograrlo, abordaría el grueso de los trabajos en sus instalaciones españolas, “con la consiguiente carga de trabajo y empleos que ello supondría para el país”, subraya Rengifo.
La fábrica de Trápaga (Vizcaya) fabricaría los sistemas de propulsión de los trenes, la señalización del equipo a bordo se acometería en el centro de Madrid, y el montaje y mantenimiento, en la sociedad conjunta que tiene con Renfe. Bombardier mantiene una firme apuesta por España y sus plantas españolas son sólidas. Contratos como el de Renfe no harían sino reforzar el peso de España dentro del grupo”, asevera su presidente.
Junio 14 2.016
Bombardier regresará a la puja por el contrato de suministro de los nuevos trenes de Alta Velocidad y su posterior mantenimiento y presentará oferta en el nuevo concurso abierto por Renfe. La firma canadiense considera que el plan de Renfe para pagar el contrato de compra de treinta nuevos trenes, estimado en 2.642 millones de euros y actualmente en liza, encarecerá el precio final de estos nuevos vehículos y “hará que el contribuyente page un tren más caro”. “Las condiciones de financiación que plantea el contrato supone a los fabricantes realizar unas provisiones tan exigentes que obligan a encarecer las ofertas“, indica el presidente de la multinacional canadiense en España, Alvaro Rengifo.
“No tiene sentido que el contribuyente pague un tren más caro por las condiciones de financiación del contrato”, señala Rengifo. La forma en que Renfe pagará los trenes constituye uno de los puntos que Bombardier incluyó en la impugnación que presentó ante el Tribunal de Recursos Contractuales (TARC) contra el concurso que la operadora promovió para adjudicar el pedido.
Para Bombardier, una de las cinco empresas que pujan por el ‘macropedido’, la forma y los plazos de pago planteados por la operadora ferroviaria pública obligarán al fabricante que logre el contrato a pedir financiación para acometerlo. Las empresas repercutirán el coste de esta financiación en el precio que propongan en sus ofertas a Renfe para lograr la fabricación de los trenes. De esta forma, el tren resultará más caro que en caso de que fuera la empresa pública quien financiara la fabricación, dado que lo hace a un menor coste.
La multinacional canadiense sigue analizando si recurre la resolución de este organismo ante la Audiencia Nacional para que aborde otros asuntos del contrato, a pesar de que el TARC ya obligó a Renfe a volver a abrir la puja para eliminar la puntuación por fabricar en España.
La firma concurre, por fin, por el ‘macropedido’ con su tren de “muy alta velocidad” ‘Zefiro’, del que ya ha vendido 130 unidades en China e Italia, y que ya está en operación comercial con viajeros. En caso de lograrlo, abordaría el grueso de los trabajos en sus instalaciones españolas, “con la consiguiente carga de trabajo y empleos que ello supondría para el país”, subraya Rengifo.
La fábrica de Trápaga (Vizcaya) fabricaría los sistemas de propulsión de los trenes, la señalización del equipo a bordo se acometería en el centro de Madrid, y el montaje y mantenimiento, en la sociedad conjunta que tiene con Renfe. Bombardier mantiene una firme apuesta por España y sus plantas españolas son sólidas. Contratos como el de Renfe no harían sino reforzar el peso de España dentro del grupo”, asevera su presidente.