10-06-2015, 15:43
Recorrido por la historia ferroviaria de Avilés, con Javier Fernández como maquinista
Publicado el junio 10, 2015|
La llegada del primer tren a Avilés, el 6 de julio de 1890, trajo cambios profundos a la región. Se repetía miméticamente la historia, tal y como había ocurrido en 1837 cuando se inicia la aventura ferroviaria de España, con la apertura del tramo La Habana-Bejucal (no olvide el amable lector que Cuba fue colonia española hasta 1898). Y ahora en Avilés se recuerda, como un viaje iniciático, lo que supuso la llegada del ferrocarril hace 125 años.
El director del Museo del Ferrocarril de Asturias, Javier Fernández López, es el primer maquinista que conduce por este camino de siglo y cuarto, con una magistral charla desarrollada el lunes en el Centro de Servicios Universitarios. Como gran conocedor del ferrocarril español, Fernández expuso no solo la evolución del ferrocarril en estos años, sino los profundos cambios que trajo, que permiten entender algunos de los problemas que nos preocupan en este momento. «Las raíces son industriales y carboneras. En cambio ahora se usa como transporte de pasajeros, cosa que nunca hubieran imaginado los diseñadores de las primeras líneas. Básicamente los trazados no han cambiado», relató en su brillante exposición.
Fernández inició su recorrido en Arnao, que tan de moda se ha puesto entre los arqueólogos e investigadores tras los hallazgos de una antigua línea feroviaria. «Se sabe que en 1834 había un tren minero, con tracción animal, que daba servicio a la mina. Es una de las líneas férreas documentadas más antiguas de España», asegura. Después se lanza hasta 1855, «cuando se construyó el túnel de San Martín, en Salinas, entonces el más largo de España», y en 1880, cuando ‘Eleonore’ comenzó a cabalgar entre Arnao y San Juan. «Fue la primera locomotora de vapor que circuló en la comarca». Y, como no podía ser de otra forma, estaciona durante un rato su parlamento en aquel 6 de julio de 1890. Ese día los avilesinos recibieron por todo alto el convoy pionero. «La línea se abrió para ofrecer una alternativa a Gijón como salida del tráfico de carbones, aunque no llegó a San Juan hasta 1994», y el tren «permitió viajar con comodidad a otras partes de Asturias y a Madrid, trayectos que hasta entonces solo se podían hacer a caballo o en carreta».
El director del Museo del Ferrocarril de Asturias apoya su discurso con la proyección de una serie de fotografías, algunas de ellas inéditas, entre las que destacan dos que muestran la estación de Avilés en la primera década del siglo XX, en una de las cuales posa toda la plantilla.
Fernández también alude a ‘La Chocolatera’, «un tranvía muy modesto que desde finales del siglo XIX hasta poco antes de la Guerra Civil unía Ávilés con Salinas, impulsando su desarrollo urbanístico. Las locomotoras, de vapor, eran inglesas, y el nombre viene de las chocolateras que se utilizaban entonces, una especie de jarras que echaban mucho vapor».
‘El Carreño’ centra otra parte de su exposición. Este tren de vía métrica -hasta hace poco Feve y ahora integrado en Adif-, «se llama así porque lo puso en marcha la Compañía de Minas de Hierro y del Ferrocarril de Carreño. Iba de las minas a El Musel y los nuevos propietarios, el Banco Urquijo, la prolongaron hasta Avilés para dar servicio a pasajeros. Hasta que llegó a Gijón, ya en los cincuenta, el viaje desde El Musel se hacía en tranvía, por lo que trayecto duraba hora y media». En esos mismos años «se inauguró el tramo Avilés-Pravia aunque la línea Gijón-Ferrol, no se completó hasta 1972, cuando se inauguró el tramo Luarca-Vegadeo». Al igual que la ancha, la vía estrecha se diseñó «bajo las coordenadas de mercancías», incidió.
La ponencia de Javier Fernández abría el ciclo con el que el Aula de Cultura de La Voz, con el patrocinio de Cafés Toscaf y la coordinación de Armando Arias, conmemora el 125 aniversario de aquel primer convoy, un tren de pasajeros propulsado por una locomotora de vapor que llegó a Avilés procedente de Villabona el 6 de julio de 1890. El ciclo se completa con otras tres charlas, los lunes 15, 22 y 29, impartidas por expertos que ofrecerán miradas desde distintas perspectivas sobre la realidad ferroviaria de la comarca, una mesa redonda, el 6 de julio, también lunes, en la que representantes de los grupos políticos de la nueva Corporación debatirán sobre el futuro del tren en la ciudad y una exposición pictórica firmada por José L. Ibáñez. Su título, ‘Trenes’.
(Fuente ‘El Comercio’ de Gijón)
Publicado el junio 10, 2015|
La llegada del primer tren a Avilés, el 6 de julio de 1890, trajo cambios profundos a la región. Se repetía miméticamente la historia, tal y como había ocurrido en 1837 cuando se inicia la aventura ferroviaria de España, con la apertura del tramo La Habana-Bejucal (no olvide el amable lector que Cuba fue colonia española hasta 1898). Y ahora en Avilés se recuerda, como un viaje iniciático, lo que supuso la llegada del ferrocarril hace 125 años.
El director del Museo del Ferrocarril de Asturias, Javier Fernández López, es el primer maquinista que conduce por este camino de siglo y cuarto, con una magistral charla desarrollada el lunes en el Centro de Servicios Universitarios. Como gran conocedor del ferrocarril español, Fernández expuso no solo la evolución del ferrocarril en estos años, sino los profundos cambios que trajo, que permiten entender algunos de los problemas que nos preocupan en este momento. «Las raíces son industriales y carboneras. En cambio ahora se usa como transporte de pasajeros, cosa que nunca hubieran imaginado los diseñadores de las primeras líneas. Básicamente los trazados no han cambiado», relató en su brillante exposición.
Fernández inició su recorrido en Arnao, que tan de moda se ha puesto entre los arqueólogos e investigadores tras los hallazgos de una antigua línea feroviaria. «Se sabe que en 1834 había un tren minero, con tracción animal, que daba servicio a la mina. Es una de las líneas férreas documentadas más antiguas de España», asegura. Después se lanza hasta 1855, «cuando se construyó el túnel de San Martín, en Salinas, entonces el más largo de España», y en 1880, cuando ‘Eleonore’ comenzó a cabalgar entre Arnao y San Juan. «Fue la primera locomotora de vapor que circuló en la comarca». Y, como no podía ser de otra forma, estaciona durante un rato su parlamento en aquel 6 de julio de 1890. Ese día los avilesinos recibieron por todo alto el convoy pionero. «La línea se abrió para ofrecer una alternativa a Gijón como salida del tráfico de carbones, aunque no llegó a San Juan hasta 1994», y el tren «permitió viajar con comodidad a otras partes de Asturias y a Madrid, trayectos que hasta entonces solo se podían hacer a caballo o en carreta».
El director del Museo del Ferrocarril de Asturias apoya su discurso con la proyección de una serie de fotografías, algunas de ellas inéditas, entre las que destacan dos que muestran la estación de Avilés en la primera década del siglo XX, en una de las cuales posa toda la plantilla.
Fernández también alude a ‘La Chocolatera’, «un tranvía muy modesto que desde finales del siglo XIX hasta poco antes de la Guerra Civil unía Ávilés con Salinas, impulsando su desarrollo urbanístico. Las locomotoras, de vapor, eran inglesas, y el nombre viene de las chocolateras que se utilizaban entonces, una especie de jarras que echaban mucho vapor».
‘El Carreño’ centra otra parte de su exposición. Este tren de vía métrica -hasta hace poco Feve y ahora integrado en Adif-, «se llama así porque lo puso en marcha la Compañía de Minas de Hierro y del Ferrocarril de Carreño. Iba de las minas a El Musel y los nuevos propietarios, el Banco Urquijo, la prolongaron hasta Avilés para dar servicio a pasajeros. Hasta que llegó a Gijón, ya en los cincuenta, el viaje desde El Musel se hacía en tranvía, por lo que trayecto duraba hora y media». En esos mismos años «se inauguró el tramo Avilés-Pravia aunque la línea Gijón-Ferrol, no se completó hasta 1972, cuando se inauguró el tramo Luarca-Vegadeo». Al igual que la ancha, la vía estrecha se diseñó «bajo las coordenadas de mercancías», incidió.
La ponencia de Javier Fernández abría el ciclo con el que el Aula de Cultura de La Voz, con el patrocinio de Cafés Toscaf y la coordinación de Armando Arias, conmemora el 125 aniversario de aquel primer convoy, un tren de pasajeros propulsado por una locomotora de vapor que llegó a Avilés procedente de Villabona el 6 de julio de 1890. El ciclo se completa con otras tres charlas, los lunes 15, 22 y 29, impartidas por expertos que ofrecerán miradas desde distintas perspectivas sobre la realidad ferroviaria de la comarca, una mesa redonda, el 6 de julio, también lunes, en la que representantes de los grupos políticos de la nueva Corporación debatirán sobre el futuro del tren en la ciudad y una exposición pictórica firmada por José L. Ibáñez. Su título, ‘Trenes’.
(Fuente ‘El Comercio’ de Gijón)