24-02-2014, 16:38
Cuanta razón tienes Carles, yo también fuí radioficionado, sin muchas pretensiones, antena en el balcón y vas que te matas, aunque aun conservo una President que es walkie con antena magnética para el coche, tenía otra almacenada en el trabajo, pero desapareció al igual que la empresa. .
También gracias a mi difunto progenitor, el Scalextric llenó muchas tardes de ocio, después fue mi hermano el que siguió con la afición, de hecho es socio del club y por navidad le regalé un 917, pero simplemente los colecciona, los trenes no le dicen gran cosa, tiene 48 tacos.
Nada más hechar un vistazo por los mercadillos y tiendas de ramo se ve que el visitante mayoritario con diferencia, es de edad, digamos avanzada, para no herir susceptibilidades.
Mis nietos no tienen como prioridad jugar a trenes, excepto para emular a un F1 y durante poco rato, consolas, móviles, tablet, ordenador....., se llevan su tiempo de ocio y con ello contribuyen aún más a perder una gran virtud, la imaginación.
Tampoco ejercitan el trabajo manual, la paciencia, siempre quieren los resultados ya, eso se traduce en nerviosismo, poca destreza y el resultado la fustración, por lo que abandonan rapidamente el tema.
Es una experienca que vivo muy a menudo con mis nietos, mucho yo quiero, pero en seguida se cansan.
Creo que salvando pocas excepciones, esta afición, seguirá siendo cosa de mayores.
Por cierto, 55 tacos, que no me escondo .
También gracias a mi difunto progenitor, el Scalextric llenó muchas tardes de ocio, después fue mi hermano el que siguió con la afición, de hecho es socio del club y por navidad le regalé un 917, pero simplemente los colecciona, los trenes no le dicen gran cosa, tiene 48 tacos.
Nada más hechar un vistazo por los mercadillos y tiendas de ramo se ve que el visitante mayoritario con diferencia, es de edad, digamos avanzada, para no herir susceptibilidades.
Mis nietos no tienen como prioridad jugar a trenes, excepto para emular a un F1 y durante poco rato, consolas, móviles, tablet, ordenador....., se llevan su tiempo de ocio y con ello contribuyen aún más a perder una gran virtud, la imaginación.
Tampoco ejercitan el trabajo manual, la paciencia, siempre quieren los resultados ya, eso se traduce en nerviosismo, poca destreza y el resultado la fustración, por lo que abandonan rapidamente el tema.
Es una experienca que vivo muy a menudo con mis nietos, mucho yo quiero, pero en seguida se cansan.
Creo que salvando pocas excepciones, esta afición, seguirá siendo cosa de mayores.
Por cierto, 55 tacos, que no me escondo .