05-02-2024, 09:24
Recuerdo que de niño, a mi vecino le regalaron por Reyes un Iberama y, claro, era la atracción de todos los amigos. Deseando salir del colegio para ir corriendo a jugar con su flamante escenario y rodar su locomotora con sus coches enganchados. Aquel regalo que le hicieron a mi vecino me dejó impresionado. Aquel tren en miniatura lo podías mover a voluntad!!
Paradojas de la vida, mi vecino se aburrió de aquel "juguete" y nunca más se interesó por los trenes. En cambio, 45 años después de aquellos Reyes, soy yo el que sigue fascinado.
Paradojas de la vida, mi vecino se aburrió de aquel "juguete" y nunca más se interesó por los trenes. En cambio, 45 años después de aquellos Reyes, soy yo el que sigue fascinado.