Un gran complejo de ocio, teatro y música se ubicará en la antigua estación del Norte de Madrid
Publicado el
diciembre 2, 2015|
El cartel de ‘se alquila’ ha desparecido ya de la fachada de la
antigua estación del Norte de Madrid. Las centenarias dependencias ferroviarias tienen ya un nuevo objetivo. La antigua termional
acogerá un gran complejo de ocio entre finales de 2017 y mediados de 2018. Un
cabaret, una sala de conciertos y otra de exposiciones y un plató de televisión acompañarán al teatro previsto en el proyecto para el edificio principal, según explica el
productor teatral Luis Álvarez en un acto al que ha asistido la ministra de Fomento,
Ana Pastor. Álvarez y el actor y director
Santiago Segura, que también ha participado en la presentación, consiguieron en marzo la adjudicación del concurso convocado por Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias de España) para
alquilar este espacio por un periodo de 50 años y una renta cercana a los 23,4 millones de euros.
Ambos concurrieron al concurso a través de una agrupación de empresas integrada por
Wonderland Capital, de Luis Álvarez, y
You Show, una sociedad participada entre otros por Santiago Segura, a los que se unió posteriormente el cómico
José Mota. Con un aforo previsto de 1
.100 espectadores para el teatro y 2.500 para conciertos, en el edificio principal se representarán musicales, espectáculos de humor, infantiles, de flamenco y teatro de texto. La denominada
Torre Levante del edificio albergará la sucursal en Madrid de la Academia de Artistas de Fama de Nueva York, mientras que la
Torre Poniente tendrá una terraza mirador, un centro comercial y un restaurante con estrellas Michelín. A la espera de la licencia de obra, Luis Álvarez ha explicado que “no se trata de construir un teatro, ya que es un edificio protegido, sino de renovar la estación de tren como es y montar espectáculos dentro”.
Álvarez ha defendido el modelo de gestión de proyectos como el que ha puesto en marcha y ha destacado la necesidad de “industrializar” el sector del teatro, al que en España, ha dicho, se considera “de pobres”.
El edificio histórico de
Príncipe Pío constituye uno de los “mejores ejemplos de
arquitectura ferroviaria de España“. El inmueble, protegido urbanísticamente, data de principios del siglo XX, si bien el complejo de la estación fue construido a finales del siglo XIX. Es en origen la estación del Norte, construida como terminal en Madrid de la
línea general del Norte o Imperial (Madrid-Irún) perteneciente a la antigua Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. La construcción de línea comenzaría en 1856, aunque el edificio no se empezaría hasta 1859. El proyecto corrió a cargo de ingenieros franceses, de quienes toma su nombre el puente que salva el río. Así, el primitivo embarcadero abrió sus puertas en junio de 1861, aunque con una línea que sólo llegaba hasta El Escorial.
El 16 de julio de 1882, se inauguró la parte destinada a viajeros, pero sólo uno de los dos edificios previstos, paralelo a los andenes, quedando el frontal abierto simplemente con unos jardines que salvaban el desnivel con la Cuesta de San Vicente. Este primer edificio es el que hoy en día se puede ver en el
Paseo de la Florida. No fue hasta 1928 cuando se construyó el segundo edificio de viajeros. Se situaba, como preveía el proyecto, cerrando los andenes por la fachada de la Cuesta de San Vicente, y se destinaba a salida de viajeros, mientras que el edificio de 1882 quedaba reservado para llegadas. Esta segunda fase es el edificio que se observa en la Cuesta de San Vicente flanqueado por dos torreones. Mientras tanto en 1925 se había inaugurado un ramal de la línea 2 del Metro de Madrid de la ciudad que unía la terminal con la estación de Isabel II (hoy día Ópera), lo que permitía salvar cómodamente el fuerte desnivel entre la primera y el centro de la ciudad.
Tras la Guerra Civil la estación
quedó muy dañada. El Estado se hizo cargo de la red ferroviaria y dio paso al nacimiento de Renfe, un ente público y estatal, que desde ese momento se encargaría de la
gestión de la red ferroviaria española. Durante estos años la estación se convertiría en la
segunda terminal de la ciudad tras Atocha, no en balde era la cabecera de todos los trenes que iban de Madrid al Cantábrico, a Castilla y León y a Portugal; de hecho ha sido históricamente la cabecera de la línea Madrid-Irún.
Sin embargo, el periodo tocaba a su fin con los nuevos accesos ferroviarios de Madrid. Con la
apertura de Chamartín en 1967 al norte de la ciudad como cabecera de la nueva línea directa Madrid-Burgos –que acortaba el camino hacia Irún con respecto a la línea que iba por Valladolid–, los servicios ferroviarios fueron traspasados paulatinamente de la estación del Norte a las nuevas instalaciones. La vieja terminal
quedaba desplazada del eje fundamental formado por Atocha y Chamartín con el túnel que las unía. En 1976 todos los servicios habían sido trasladados salvo los trenes de Cercanías. En
1979 recuperó parte de su actividad al acoger los trenes (Talgos III y expresos) que se dirigían hacia Galicia.
Norte mantuvo los tráficos de Galicia hasta la década de 1990 (en enero de 1993 salió el último expreso hacia la costa gallega), cuando la
estación es cerrada definitivamente para acometer una importante obra que la convertirá en un gran
intercambiador de transportes. Las obras modificaron completamente las instalaciones, abriendo un gran agujero en el centro de la estación bajo las marquesinas para acoger a las nuevas líneas de metro (6 y 10), modificando la playa de vías para adecuar las instalaciones al s
ervicio de Cercanías, así como ampliando la capacidad de la circunvalación ferroviaria que en estos años fue reformada, soterrada e integrada plenamente en la ciudad bajo la actuación conocida como
Pasillo Verde Ferroviario. Con esta actuación se permitía que el servicio de Cercanías procedente del corredor noroeste pasara por la estación y continuara hacia el sur camino de la estación de Atocha. Finalmente la nueva estación fue inaugurada en 1995, con su nueva denominación de Príncipe Pío.
En 2004, con la puesta en marcha del
centro comercial Príncipe Pío se rehabilitó una buena parte del conjunto de la estación, quedando entonces pendiente el edifico histórico de cabecera. Ubicado en el
Madrid histórico y turístico, y rodeado de zonas verdes, cuenta con “inmejorables” comunicaciones. En concreto, presenta acceso desde la M-30 y mediante transportes públicos (Cercanías, metro y autobuses urbanos e interurbanos) que confluyen en el cercano intercambiador del mismo nombre.
(Imagen Luis García (Zaqarbal) en Wikimedia Cooomons)